Hoy es el Día Mundial de la Diabetes y es imprescindible que la asociemos, en el caso de la Diabetes tipo 2, a la obesidad. El sobrepeso o la obesidad pueden producirse por diversos factores: por una mala alimentación, por falta de ejercicio o por llevar una vida sedentaria, por estrés o ansiedad (que a veces nos llevan a comer mucho más de lo que necesitamos) o, en ocasiones, por una causa médica (por ejemplo, la tiroides o una predisposición genética). Muchas de estas variantes causan que, con el tiempo, suframos sobrepeso u obesidad, empeorando muchísimo nuestra calidad de vida y, produciendo cada vez más, una tiroides tipo 2.
La diabetes es una enfermedad que aumenta cada día. Actualmente, aproximadamente 425 millones de personas en el mundo la padecen, y se cree que para 2040 podrían llegar a convertirse en 600 millones.
La diabetes tipo 2 es aquella que se produce a lo largo de los años, cuando nuestro cuerpo no logra producir o utilizar bien la insulina. Esto ayuda normalmente a la glucosa a entrar en las células y producir energía, por lo que cuando uno sufre diabetes, nos encontramos con demasiada glucosa en la sangre, que puede llegar a derivar en problemas de corazón, ojos, riñones, afecciones en los pies, alteraciones vasculares, dientes, nervios… Este tipo de diabetes está íntimamente relacionado con el sobrepeso, ya que se ha demostrado que de los 4 millones de personas que sufren esta enfermedad en España, la mitad tiene también obesidad o sobrepeso.
Por este motivo es tan importante la prevención, y que aprendamos a llevar una dieta saludable, comamos mejor, hagamos ejercicio y, básicamente, tengamos unos buenos hábitos de vida. Y que no lo dejemos para más adelante, ya que, de esta manera, solo estamos jugando con nuestra salud. Se recomienda que ya desde niños inculquemos a las nuevas generaciones a llevar una vida saludable, tratando así de combatir el continuo crecimiento de la obesidad infantil. Luchando contra esto, no solo alejaremos la diabetes tipo 2, si no también muchas otras enfermedades que se derivan de la obesidad.
Existe el mito de que el tabaco ayuda a adelgazar, pero esto está muy lejos de la realidad, ya que varios estudios demuestran una relación directa entre el consumo de tabaco y la obesidad.
Tabaco y obesidad
La adicción al tabaco es muy perjudicial para la salud, además de ser conocido como un factor de riesgo cardiovascular. Sin embargo, se ha asociado el tabaco a que aumenta la posibilidad de sufrir sobrepeso.
El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Una campaña anual que sirve para concienciar sobre los efectos nocivos del consumo del tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, y para disuadir su consumo en cualquiera de sus formas.
Son varios los estudios que asocian ambos factores, pero el estudio genético realizado por expertos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y la Universidad de Bristol muestra que el sobrepeso y la obesidad conllevan un mayor riesgo de ser fumador. Tanto el exceso de kilos como la nicotina figuran entre las causas de enfermedades crónicas, como las dolencias cardiovasculares y la diabetes.
Por otro lado, el índice de masa corporal y la exposición al tabaco pueden llevar a la adicción a la nicotina y una mayor ingesta calórica.
Peso corporal y hábitos de fumar
Siempre se ha dicho que los fumadores tienden a pesar menos que aquellas personas que no fuman, sin embargo, varios estudios demuestran que los fumadores tienen un peso corporal más bajo en promedio que los no fumadores debido a que tienen un apetito reducido. Sin embargo, aquellos fumadores que fuman con más frecuencia tienden a pesar más.
Por otro lado, cuando se deja de fumar se tiende a aumentar de peso debido a una mayor ingesta calórica debido a la sustitución del hábito de fumar por la ingesta de alimentos.
Estrés y ansiedad
Cuando una persona se encuentra en un estado de estrés o ansiedad tiende a consumir alimentos calóricos, por lo tanto, influye en las variaciones de peso. Sin embargo, otro factores que agravan ambos problemas son el consumo de tabaco.
En Clínica IMOS contamos con los mejores profesionales que te acompañarán durante todo el seguimiento para trabajar contigo estos aspectos, al igual que ofrecemos tratamientos de la obesidad.
La diabetes tipo II, es una de las enfermedades que con mayor frecuencia se asocian a la obesidad, especialmente a la obesidad mórbida, y uno de los tratamientos más efectivos en los últimos años que han demostrado una gran mejora de los pacientes de diabetes tipo II es el bypass gástrico. Numerosos estudios han demostrado que la cirugía bariátrica puede llevar a la remisión de la diabetes mellitus. Una cirugía que consiste en reducir la capacidad del estómago del paciente o evitar el paso de la comida por el mismo realizando una derivación o bypass hacia el intestino.