La dermolipectomía, tanto de brazos como de muslos, no está pensada para combatir la obesidad ni para perder gran cantidad de kilos, sino que se trata de una cirugía estética corporal dirigida a personas que quieran definir esas zonas con exceso de grasa y piel, difícil de conseguirlo solamente con dieta y ejercicio. Tras haber perdido una cantidad considerable de kilos, de un embarazo, o debido al paso de los años, la piel va perdiendo su elasticidad, volviéndose flácida y arrugada.
Si tus muslos presentan una apariencia bastante floja; en la cual, además, existen hoyuelos y piel de naranja. Una dermolipectomía de muslos busca reducir la flacidez de la parte interna o externa del muslo. Generalmente, es un procedimiento que se realiza en aquellos pacientes que han perdido peso de manera masiva.
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La intervención del lifting de muslos o dermolipectomía se realiza bajo anestesia general, una alternativa más segura para el paciente ya que mantiene monitorizadas las constantes en todo momento. La operación durará dependiendo del caso y la cantidad de tejido a retirar, aunque habitualmente conlleva entre tres y seis horas de quirófano.
Las incisiones se realizarán dependiendo de la zona a la que se deba acceder, aunque normalmente se aprovechan los pliegues naturales del cuerpo en la zona de la ingle para ocultar la cicatriz. A través de la incisión, el especialista separa la piel y el tejido graso, eliminando el exceso y tensando nuevamente la piel. Si el paciente presenta mucha flacidez en la zona, la incisión puede continuar en forma de Y griega en la parte interna del muslo. Tras la extirpación del exceso de tejido, se sutura y se realiza un vendaje compresivo.
Será necesario que el paciente quede ingresado en el centro hospitalario la noche de la intervención, unas horas en las que estará en observación y se le colocará un drenaje que le será retirado al darle el alta.
Si tus muslos presentan una apariencia bastante floja; en la cual, además, existen hoyuelos y piel de naranja. Una dermolipectomía de muslos busca reducir la flacidez de la parte interna o externa del muslo. Generalmente, es un procedimiento que se realiza en aquellos pacientes que han perdido peso de manera masiva.
La intervención del lifting de muslos o dermolipectomía se realiza bajo anestesia general, una alternativa más segura para el paciente ya que mantiene monitorizadas las constantes en todo momento. La operación durará dependiendo del caso y la cantidad de tejido a retirar, aunque habitualmente conlleva entre tres y seis horas de quirófano.
Las incisiones se realizarán dependiendo de la zona a la que se deba acceder, aunque normalmente se aprovechan los pliegues naturales del cuerpo en la zona de la ingle para ocultar la cicatriz. A través de la incisión, el especialista separa la piel y el tejido graso, eliminando el exceso y tensando nuevamente la piel. Si el paciente presenta mucha flacidez en la zona, la incisión puede continuar en forma de Y griega en la parte interna del muslo. Tras la extirpación del exceso de tejido, se sutura y se realiza un vendaje compresivo.
Será necesario que el paciente quede ingresado en el centro hospitalario la noche de la intervención, unas horas en las que estará en observación y se le colocará un drenaje que le será retirado al darle el alta.
Los resultados de una dermolipectomía de muslos son visibles casi de inmediato. Sin embargo, los resultados finales pueden tardar varios meses en desarrollarse completamente. Después de una dermolipectomía de muslos, la calidad de la piel mejora tanto en apariencia como en tacto. Se mantendrán algunas cicatrices visibles, pero los resultados generales son duraderos, siempre que se mantenga un peso estable y un estado físico sano. A medida que el cuerpo envejece, es natural perder algo de firmeza. No obstante, la mayor parte de su mejora inicial se mantiene.
Por supuesto. Aunque se recomienda empezar progresivamente a partir de 1 mes desde la intervención.
Al igual que con otros procedimientos de este tipo, la recuperación del estiramiento de muslos puede ser bastante intensa. El paciente necesitará usar una prenda de compresión después de la cirugía durante varias semanas y deberá permanecer en reposo por lo menos dos o tres semanas. Las actividades más tranquilas, como por ejemplo caminar, se recomiendan tan pronto el paciente se sienta con fuerzas y cómodo, aunque la mayoría de pacientes tardan entre cuatro y seis semanas en poder hacerlo.
El tiempo de recuperación depende de la extensión del procedimiento. Aunque, la mayoría de los pacientes experimentan un dolor mínimo que se puede aliviar con medicamentos, otros requieren analgésicos más fuertes. En estos casos, los pacientes deben descansar en la mayor medida posible y evitar el movimiento de las piernas. Es importante planear tomarse de 7 a 10 días libres después de someterse a esta cirugía. Esto, con el fin de recuperarse satisfactoriamente.
El paciente podrá retomar su rutina habitual a las dos semanas de la operación, pero siempre teniendo cuidado de no forzar demasiado la zona de los mulos.
Con el programa de seguimiento específico de IMOS tendrás a tu completa disposición un amplio equipo de médicos, nutricionistas y psicólogos. Te reunirás junto a ellos para que puedan evaluar tu progreso y aprender hábitos de salud, nutrición y ejercicios físicos.
Si, no obstante nuestro equipo de nutrición te aconsejará como mantener y mejorar los resultados tras la intervención.
Sabemos la importancia que tiene tratar el problema de la obesidad desde varias especialidades.