Hoy es el Día Internacional de la Madre Tierra y no hay que olvidar que el agua no solo es importante para el planeta, sino también para nosotros. Siempre se ha dicho que es importante beber agua, pero ¿qué de cierto hay en ello? La verdad mucho, especialmente para los obesos. La relación que existe entre el vital líquido y el sobrepeso ha sido objeto de estudios de múltiples investigaciones y todavía hoy sigue siendo de interés científico.
Siempre se ha dicho que es importante beber agua, pero ¿qué de cierto hay en ello? La verdad mucho, especialmente para los obesos. La relación que existe entre el vital líquido y el sobrepeso ha sido objeto de estudios de múltiples investigaciones y todavía hoy sigue siendo de interés científico.
Entre los resultados obtenidos en diferentes investigaciones, se ha podido verificar que la deshidratación es un factor que influye en el sobrepeso. De modo que esta es un elemento preventivo que no puede faltar en el estilo de vida de quienes desean estar saludables.
¿Por qué el agua ayuda a prevenir el sobrepeso?
Uno de los errores más habituales en la dieta de las personas es querer consumir otras bebidas distintas al agua en las mismas cantidades que esta. En este sentido, los obesos especialmente, tienden a acompañar sus comidas con bebidas gaseosas, alcohólicas o zumos, suponiendo que, por ser líquidas, no tienen tanto impacto calórico.
Lo anterior es un grave error y es una de las razones más importantes por las que produce un aumento notable de peso. En este sentido, si la regla de los ocho vasos de agua al día se pusiera en práctica con bebidas gaseosas o zumos, el aumento en el consumo de calorías sería impresionante.
Ello se debe a que tales bebidas poseen un importante nivel de calorías que el agua, evidentemente, no posee. Adicionalmente, el agua es más eficaz como contribuyente en la quema de grasas. Por tanto, es indispensable que las personas con sobrepeso den mayor prioridad al consumo del vital líquido y disminuyan aquellas bebidas que no aportan nada a su objetivo de adelgazar sino que, por el contrario, complican su logro.
Importancia del agua en el tratamiento contra la obesidad
La ingesta de agua ofrece muchos beneficios a las personas obesas. En primer lugar, se trata de un líquido cuyo consumo es vital, de modo que dejar de tomarlo no es una opción, porque esto implicaría morir. Pero el tema no es beber agua eventualmente, sino hacerlo en la medida sugerida para mantenernos sanos.
La comprensión de esta realidad y el posterior cumplimiento de tales indicaciones, marca una notable diferencia entre estar sanos y no estarlos. De manera específica, también condiciona el éxito de la batalla contra la obesidad. Y es que, como se señaló anteriormente, el agua contribuye al procesamiento eficaz de las grasas ingeridas.
Adicionalmente, el consumo de agua puede ayudar al obeso de otras formas. Esta no posee calorías, puede ingerirse sin engordar si quiera un gramo. Por esta razón, permite que la persona sienta sensación de saciedad sin sentirse culpable.
Otra de las ventajas que los estudios han permitido conocer, es que el consumo del vital líquido ayuda a la activación de la dopamina, un neurotransmisor que interviene en diversas funciones como el sentido del humor y la sensación de recompensa. Además, también está involucrada en los procesos cerebrales que se producen cuando la persona adquiere un nuevo comportamiento, por lo que la liberación de la dopamina es ideal para cumplir el propósito de adquirir un nuevo estilo de vida.
Es esencial que la persona obesa sea consciente del aporte del agua en su lucha contra la obesidad. Por tanto, es importante hacer una aclaratoria: el agua no adelgaza. Es decir, la persona no bajará de peso mágicamente por el simple hecho de tomar mucha agua. Esta, así como el ejercicio y la buena alimentación, es una aliada. Su consumo facilitará algunos procesos biológicos y neuronales, así como contribuirá a mantener óptimos los niveles de hidratación. De ahí que lo correcto sea tomarla en cantidades prudentes.