Cuando se sufre sobrepeso, y tras muchos intentos de adelgazar, decidimos ponerle una solución definitiva sometiéndonos a un tratamiento de obesidad, el proceso de perder peso no acaba tras la intervención, sino que a partir de ahí se inicia un plan específico de ejercicio físico y alimentación adaptado a una nueva forma de vida. Un estilo de vida que nos impedirá volver a sufrir la obesidad.
Alimentación y deporte, mejoran resultados tras el tratamiento de obesidad
Inculcar una rutina de entrenamiento y alimentación es fundamental para mantener los resultados del tratamiento. Por lo que en IMOS se introduce en el proceso del tratamiento de obesidad, el apoyo de un equipo multidisciplinar con dietista y entrenador personal que trabajan conjuntamente para elaborar una dieta y un plan de ejercicio físico teniendo en cuenta:
- Condiciones físicas y preferencias deportivas del paciente para evitar lesiones
- El gasto calórico que va aumentando con el ejercicio.
- Las zonas del cuerpo que se quieren fortalecer tras la pérdida de peso
- Motivación con el fin de obtener un resultado óptimo y satisfactorio.
El paciente aprende poco a poco así, la importancia de la actividad física en su vida y de los beneficios que tendrá para su salud y calidad de vida.
Ejercicio físico después del tratamiento de obesidad
Para que el organismo se vaya acostumbrando a la nueva forma de vida, el ejercicio físico se debe realizar de manera continua. Trabajando mucho con el propio peso corporal y dependiendo de las condiciones físicas del paciente, incluir materiales para fortalecer determinadas zonas musculares.
El tiempo y la frecuencia del deporte dependerán del organismo de cada paciente y de su evolución.